

Por Carlos Arboleda González
El buen humor que surge de la gente en el roce diario con la vida, muchas veces se convierte en una historia más importante que la que registran las cronologías y los tratados. Así como recordamos con mucha intensidad los momentos de pena, que generalmente después se convierten en comedias, las palabras y los gestos que la mueven a la risa se vuelven permanentes y siguen alimentando con gracia nuestro espíritu. Tal vez, los momentos estelares de la humanidad hoy nos muevan a risa y recordamos más a Napoleón por lo bajito que por lo grande, lo mismo al diablo por burlón que por maligno. La risa es nuestro verdadero patrimonio. Preserva tanto la identidad como las arengas de los poderosos. Nuestra gente es rica en humor y ha escrito esta historia que queremos contarles, semanalmente. Los personajes somos nosotros.
Aspiro, a través de CINCUENTONÍA, a presentar cada 8 días, los martes, una historia simpática, una anécdota, un chascarrillo. No se trata de chistes, sino de situaciones jocosas que causen risa y que le sirvan, a quien lo lea, para alegrar, durante unos segundos o minutos, su día. Recordemos lo que dijo Charles Chaplin: “Nunca te olvides de sonreír, porque el día que no sonrías, será un día perdido”. Queremos que nos ayudes a que tus días, no sean perdidos.
Si tienes alguna anécdota, una historia simpática para contar, me puedes contactar por mi correo: carbol53@gmail.com o dejándome un mensaje en YouTube.
Y, por favor, compártalo y darle “me gusta”. Se trata de que nuestros amigos sean felices.